Luz

El mar se tornó violeta a tu paso. Yo buscaba que tu luz me acariciara. Un rayito pedía solamente. Pero para mí no tenías. Así que te dejé a orillas del mar. Viajé lejos, crucé montañas, crucé desiertos. Vi y toqué la luz de otros. Me di cuenta que tu luz, aquella que no quisiste compartir conmigo, era una luz pequeña, mezquina. En el mundo aprendí lo que se da sin pedir. Me vi arropada. Multitudes ofrecieron su luz sin pedir la mía a cambio.